Maddiola es nuestra casa Donostiarra desde hace años. Cuando no me duermo en los laureles y consigo reservar a tiempo, nos alojamos allí en las visitas familiares a Donosti. No debería escribir ni una palabra más si quiero tener alguna posibilidad de pillar fecha libre en el futuro, pues en esta casa el boca a boca, alimentado por un entorno impresionante y una atención cercana y familiar, es el que hace que los huéspedes lleguen más allá de Polipaso, se conviertan en amigos y repitan estancia una y otra vez.

El desayuno es una de las bazas de esta casa. A partir de las 9:00, Patxi y Edurne, ayudados por sus hijas Olaia y Maddi, sirven el desayuno en la zona común de la casa. En Invierno se agradece la chimenea encendida de la sala interior y, en verano, compensa desayunar en una de las mesas pequeñas de la galería con tal de ver el cantábrico en calma desde Francia hasta Bizkaia.


En muchas visitas he desayunado después de dar el biberón a un ternero de semanas o llamar a las cabras y los cerdos vietnamitas con un cubo de pienso en la mano. Placeres que no tengo a mano normalmente.

En la galería, cuando consigues apartar la vista del mar, ves cómo las alpacas te miran con esa cara de damas presumidas mientras las cabras pasan el cortacésped. Truck y Xarpa, los perros, se debaten entre la curiosidad del uno y el total pasotismo del otro por los humanos, más interesado por vigilar al rebaño del que se ve el amo.



Al llegar a la mesa tenemos bizcocho y yogur hechos en casa, pan, un plato de melón y piña, kiwis, mermeladas y crema de queso también casera. A veces cae alguna sorpresa extra. El zumo sale a la sala al momento recién exprimido y el café es expresso, a libre disposición desde una enorme Saeco industrial. Junto a la cafetera, en la sala interior, una alacena permite escoger cereales, descafeinado, aceite, sal, té, etc.

Esta es la fórmula de desayuno en Maddiola, con estos mimbres te puedes hacer un desayuno a tu medida mientras desperezas el día y piensas en dar un buen paseo desde Sagües hasta el Peine de los Vientos, no sin antes subir al establo para saludar a las alpacas y descubrir qué nuevos animales han nacido en la casa desde tu última visita.


Agroturismo Maddiola

c/ Padre Orkolaga 161
Igeldo, Donosti 20008
www.agroturismomaddiola.com/