Artesano, claro, y habría unos tres mil bollos con agujero esperando a salir de allí montados en un carro. De combate, roscones de combate, fabricados en masa y a saber con qué masa. De existir un artesano rosconero, a esas horas seguro que ya se habría pegado un tiro enloquecido.
Artesano: U. modernamente para referirse a quien hace por su cuenta objetos de uso doméstico imprimiéndoles un sello personal, a diferencia del obrero fabril. (R.A.E)
Increíble cómo desvirtuamos el significado de las palabras con tal de vender, y sobre todo, cómo nos dejamos engañar en general ante esos pobres (pero eficaces) reclamos. Si un hipermercado fabrica miles de roscones será porque los vende. Si los denomina artesanos y cuela, mejor para ellos. Si los compramos y nos creemos que detrás de ellos hay un trabajo artesano (sello personal), nos merecemos lo que comemos.
De vuelta a casa me puse a amasar, a tocar huevos (de gallina, sin malicia), a derramar harina por el suelo. Saqué a pasear la masa madre. Olfateé naranjas, esencias, y sentí la masa bajo mis manos, la vi crecer.
Recomendable lectura, un vistazo a siete maneras de hacer un roscón, por Mikel Iturriaga en El Comidista.